En estos días en los que se habla tanto de propiedad intelectual, lo primero que podemos pensar al leer que las universidades de EEUU no podrán usar lectores de libros electrónicos en clases es que ha sido por alguna reclamación relacionada con la propiedad de la obra. Pero nada más lejos de la realidad.

En realidad hay una razón muy simple: hasta que el lector de libros electrónicos no pueda ser usado por un estudiante ciego no se podrá implantar masivamente en las aulas.

El avance de la tecnología está cambiando sistemáticamente la forma en que las universidades se aproximan a la educación, pero debemos estar seguros que las tecnologías emergentes ofrecen las mismas oportunidades a los estudiantes discapacitados

fiscal general Thomas Perez