A estas alturas de año parece ya recurrente hablar sobre los teléfonos inteligentes y la revolución que están suponiendo en el mundo de la comunicación. Estos terminales, que siguen llevando la palabra teléfono delante de inteligente comenzaron precisamente como eso, teléfonos, y como tales la mayor parte del negocio que generaban iban para los operadores de telefonía.

 Para hacer uso de dichos terminales los usuarios deben tener un contrato con tal o cual compañía, proporcionando tarifas planas de conexión 3G que combinadas con las tarifas telefónicas y de SMS suman el beneficio para las compañías.

Hasta hace bien poco, el grueso de ese beneficio venía dado por el uso de las llamadas y SMS, que las compañías cobran con tarifas a su antojo. Dejando la conexión 3G como un servicio adicional más que una vía directa de negocio. Por eso estos operadores telefónicos se ofrecen a regalar teléfonos inteligentes valorados en varios cientos de euros a sus clientes, con tal de que permanezcan en sus garras y las de sus tarifas.

Desde que los creadores de los principales sistemas operativos para teléfonos inteligentes abrieron el código de los mismos, desarrolladores de software de todo tipo y condición han credo aplicaciones diversas de comunicación, que permiten utilizar el terminal telefónico de manera gratuita para comunicarse, de las que Skype y Whats App son las más extendidas entre los usuarios.

 Estas aplicaciones gratuitas, sobre todo Whats App se han convertido en herramientas de uso masivo, especialmente por el público más joven y con menos recursos, (que ya utilizan habitualmente los verbos Wassapear y Skypear),  quitando un gran bocado del pastel de los beneficios a las compañías de telefonía, que ven como sus clientes cada vez envían menos SMS de pago, llaman menos por teléfono de pago y hacen que la balanza entre tarifa plana 3g y el resto de servicios se incline definitivamente por la segunda en cuanto a ingresos para la compañía. Unos ingresos que aumentan cuanto más gente contrata estas tarifas, pero que no responde a la fórmula más internet más tarifa.

 Así pues, en un futuro realmente próximo, todos los usuarios de terminales telefónicas inteligentes utilizaran aplicaciones de comunicación gratuita que conforme aumente la velocidad de la red irán suplantando a la telefonía de pago. Si no cambia radicalmente el panorama.

 ¿Como van a hacer las telefónicas para recuperar su hegemonía de negocio?, es fácil de adivinar: o bien eliminando las tarifas planas 3g o bien haciéndolas más caras o bien regalando sus servicios de telefonía y mensajería en aras de cobrar más por la conexión a red, que será su principal fuente de ingresos.

 Independientemente de esto, ¿quién se beneficia económicamente de  estas aplicaciones gratuitas?, los fabricantes de los teléfonos inteligentes en primer lugar, no es la primera vez que escucho está conversación entre adolescentes ( y por eso me surgió el tema de este artículo ) : Ana, consíguete una Blackberry o un Htc, y así nos podemos hablar por Whats App ….o, te cuelgo, te llamo por Skype, entre dos amigos de 17 años con iPhone …

Para la juventud, conseguir un teléfono de última generación está condicionado a poderlo usar gratis, o casi. Así que desde que Skype y Whats App existen, se venden más móviles en Apple, Htc o Blackberry como consecuencia directa.

 Otras cosas que me ocupan la mente:

 Si la aplicación que has creado como desarrollador, se puede adquirir de forma gratuita, ¿Donde está el beneficio para los desarrolladores?, otra pregunta, si Whats App en lugar de ser gratuita costara pocos céntimos, ¿sería tan masiva?

¿Hasta que punto están los usuarios dispuestos a pagar por las aplicaciones que usan, existiendo cosas como Jailbreak que te las consiguen fraudulentamente gratis?

¿Si el gratis es la palabra más usada en este artículo, dónde estará el grueso del negocio en el futuro?.

¿Empezarán a cobrar por Skype y Whats App una vez que la gente no pueda vivir sin ellos?